[vc_row][vc_column][vc_column_text css=”.vc_custom_1544058699108{margin-bottom: 25px !important;}”]Por lo general, en las PYMEs, el gerente general tiene una habilidad increíble para desarrollar nuevos negocios, atraer nuevos proyectos y mantener a los clientes contentos.
No obstante, por otro lado, generalmente tiene una gran cantidad de riesgos descubiertos: informalidad en el manejo de las relaciones corporativas (aquí entra la gran mayoría) y un equipo de trabajo poco compenetrado con el propósito de la empresa. Esto hay que entenderlo indiferentemente de que usted sea dueño, colaborador o emprendedor de algún negocio pues las empresas son exitosas conforme tengan miembros victoriosos.
La intención no es alarmarse, sino más bien gestionar de forma preventiva los riesgos de su negocio que están relacionados a la liquidez (recursos disponibles para las actividades/gastos diarios).
Desde Salud Financiera somos sensibles al tema y es por ello que enumeramos 5 elementos importante a tomar en cuenta:
1- La gestión ventas:
El foco número uno en la mayoría de empresas siempre es crecer por medio de más ventas. Cuando se inicia el proceso de planificación de crecimiento en ventas (cuando existe) se deja de lado el factor de la inversión que representa y, si esto no se considera, tarde o temprano va a afectar la liquidez. Entonces, el crecimiento alcanzado pierde sentido totalmente ante la falta de recursos para afrontar las obligaciones.
Recuerde también que no solo es vender, sino también hay que cobrar.
2- El manejo de inventarios:
En las empresas de servicios, por lo general el inventario es tiempo. En el caso de las que venden productos tangibles, deben tener disponibilidades para afrontar la demanda del mercado. El negocio está en rotar la mayor cantidad de veces posibles el inventario disponible. Gestionarlo de esa forma es donde está lo retador ya que, si el inventario no está rotando, el dinero no va a ingresar y ahí es donde se pierde liquidez.
3- La rotación de las CXC y las CXP:
El descalce de plazos. Esto consiste en la diferencia de días que tardo en pagar y lo que tardan en pagarme.
Para cubrir estas diferencias, es donde surge el crédito. Es por eso que, si no se tiene una adecuada rotación de las cuentas por cobrar (CXC), se va a ver afectada la cuenta por pagar (CXP). De esta forma, se impacta la relación con los proveedores tanto de inventario como financieros, complicando la cadena de suministros.
Nos atrevemos a decir que, al menos un 90% de las empresas de este país, tiene problemas con estos dos elementos (CXC / CXP) por falta de estrategia y desinterés inconsciente de sus finanzas o por una gestión con oportunidades de mejora.
4- Capacidad de pago:
Si se toman decisiones de inversión, compras o gastos que no se basan en la situación financiera real de la compañía, la capacidad de pago se puede ver afectada de forma muy repentina. Es muy normal que el empresario tome riesgos de este tipo basado en su olfato comercial de vender más. Sin embargo, como vimos en el primer punto, no precisamente vender más es un elemento positivo en todos los casos.
5- Manejo del endeudamiento:
Si usted no tiene el financiamiento con el plazo adecuado, es mejor detenerse y no avanzar comercialmente hasta que esté esto resuelto. Esto se da pues la mayoría de créditos que tienen que ser reestructurados o que pasan a incobrables se basan en una mala estructuración.
Es importante que tenga una relación muy estrecha con su contador y, lo más importante, que tome decisiones con base en la información financiera de manera prudente para que no atraviese por una situación como esta y que su crecimiento sea el adecuado.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]